El Pan del peregrino

El alimento para vida eterna…


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¿Qué dicen los astros?

¿Qué dicen los astros?En el antiguo oriente estaba muy difundido el culto a los astros y la práctica de la astrología. Se pensaba que los astros ejercían una misteriosa influencia sobre el destino de los seres humanos y por eso estudiaban el movimiento de las constelaciones con la esperanza de poder predecir el futuro.

El pueblo de Israel, era el pueblo escogido por Dios, para adorarle y ser entre los pueblos paganos circundantes, los únicos monoteístas que guardaban celosamente las ordenanzas de Dios y las obedecían. Pero llegó el momento en que los Israelitas se «contagiaron» de sus vecinos, y empezaron a adorar a los astros, y a coquetear con la magia y la hechicería, cosa explícitamente prohibida por Dios y digna de muerte: «Cuando se hallare en medio de ti, en alguna de tus ciudades que Jehová tu Dios te da, hombre o mujer que haya hecho mal ante los ojos de Jehová tu Dios traspasando su pacto, que hubiere ido y servido a dioses ajenos, y se hubiere inclinado a ellos, ya sea al sol, o a la luna, o a todo el ejército del cielo, lo cual yo he prohibido;» (Deuteronomio 17:3. En el Vs 5 dice que morirían)

Sucedió en tiempos del profeta Jeremías, que Dios, que no comparte su gloria con nadie, mandó un juicio contra su pueblo. Israel fue invadido por el Imperio Babilonio y Dios les dice, por medio del profeta, lo que pasará con todos los Israelitas que habían adorado a los astros: que morirían y esparcirían sus huesos ante ellos: «y los esparcirán al sol y a la luna y a todo el ejército del cielo, a quienes amaron y a quienes sirvieron, en pos de quienes anduvieron, a quienes preguntaron, y ante quienes se postraron. No serán recogidos ni enterrados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra.» (Jeremías 8:2) Este versículo describe, en tono de ironía, todas las creencias y prácticas supersticiosas, ya que los astros siguen su curso imperturbables sobre los cadáveres de sus fieles adoradores, sin prestarles ninguna atención y ninguna ayuda. Es una necedad pensar que los astros puedan ayudarnos y/o predecir el futuro. ¿Qué dicen los astros cuando los observamos y estudiamos? «Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.» (Salmos 19:1) ¡Los astros, como elementos creados, le dan la gloria a Dios, el único que la merece!.

En nuestros días, aunque la gente no se arrodille físicamente ante el sol, como hacían los Incas, siguen confiando su futuro a los cambios de planetas. ¿Nos has sentido la frase?: «logró cambiar su estrella, ahora todo le va bien», o «me confeccionaron mi carta astral para guiarme en esta nueva etapa…» Consultan el horóscopo y las predicciones astrológicas… Lamentablemente el ser humano busca llenar su alma con cosas «sobrenaturales», pero ignora que todo lo que es objeto de su estudio (planetas, y constelaciones) son cosas creadas por Dios, que están sujetas a leyes que Él mismo estableció y que la naturaleza respeta y obedece fielmente.

Los hombres, fueron creados para administrar la creación y diseñados para tener comunión y saber todo lo que Dios quisiera revelarle, si acaso el futuro, pero al contrario de la naturaleza, se rebeló, no quiso someterse ni acatar la autoridad de Dios. El hombre se sigue creyéndose el centro, pero rompió la relación con Dios, le dio la espalda y el pecado de orgullo le llevó a lo siguiente: «ya que cambiaron la verdad de Dios por la mentira, honrando y dando culto a las criaturas antes que al Creador, el cual es bendito por los siglos. Amén.» (Romanos 1:25) El vacío que busca infructuosamente llenar, no se satisfará jamás por sus medios, porque nadie puede llegar a Dios, si no es a través del Hijo. «Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.» (Juan 14:6)

Cuando te encuentras en angustias, temor o soledad, no te sirven ni tus amuletos, ni tus estatuillas, ni el dinero que tengas en el banco, ni la confianza que has depositado en tus fuerzas o en tu salud, en tu prestigio o renombre. Piensa que un día estarás frente a frente con el Creador y ante Él, sólo será válido el sacrificio de su Hijo amado el Señor Jesucristo. Ese día no te preguntará si fuiste bueno o cuántas oraciones o dádivas hiciste, ese día verá si recibiste a Jesús como Señor de tu vida, si le amaste, le honraste y obedeciste a su Palabra. «Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; » (Juan 1:12)

Gloria